Ya se acercan las navidades y espero que por lo menos el Teide vuelva a lucir su manto blanco como lo capté hace ya unos añitos. Lo dicho, Feliz Navida y cuidado con el turrón, peladillas y los polborones.
Un domingo me levanté temprano y me fui a dar un paseo por el muelle de Santa Cruz. Hay que ver el ajetreo que había ese día. Fueron 3 los cruceros que atracaron y el vaivén de gente era impresionante. Alcé mi vista hacia el cielo y cual fué mi sorpresa, alguien nos estaba vigilando.